jueves, 29 de noviembre de 2012

Preparados para el frio!!!!

Medicina tradicional china 
y equilibrio energético otoñal.
Al comenzar el otoño, rápidamente seguido por el crudo y difícil invierno, empieza a ser noticia el porcentaje de personas que acuden a los hospitales  y centros de salud, aquejadas de síntomas relacionados con el sistema respiratorio; los clásicos catarros, tos, bronquitis, asma, etc.
La Medicina Tradicional China no contempla dichas enfermedades como la medicina alopática, sino que las ve desde el prisma de afectación por un desequilibrio energético originado por las influencias atmosféricas sobre el individuo. Estas serían el viento, el frío y la humedad, por un lado y la baja forma del sistema defensivo de algunas personas, que puede debilitarse por descuido en abrigarse  y una alimentación no adecuada a la estación.

Entre los síndromes que pueden aparecer en la temporada de otoño e invierno están;
El síndrome de ataque de frío al pulmón, donde el Wei Chi (energía defensiva) no está en su máxima expresión, ya que el frío exterior lo debilita y éste se manifiesta en una disfunción en el control de los poros del cuerpo, permitiendo la entrada de este frío patológico que produce una desarmonía progresiva en el estado de salud. Como consecuencia producirá una disfunción en el Qi(energía) a través de la nariz y los pulmones, provocando obstrucción al respirar y una rinorrea clara.

Otro síndrome bastante común es el síndrome del frío afectando al bazo y los pulmones. Aquí el frío además de estar afectando al pulmón nos indica la presencia de un síndrome más complejo donde se ve afectado otro órgano, en este caso en bazo.
Este se manifiesta con frío general y dificultad para lograr calentar el cuerpo, nauseas o poco apetito, que pueden acompañarse de dolores musculares y escases de energía, puesto que el organismo no es capaz de generar la energía suficiente para moverse.
Es recomendable prepararse para estas estaciones evitando los alimentos de naturaleza fría como helados, bebidas refrigeradas, etc., porque pueden debilitarnos. Por eso, en otoño e invierno consumiremos alimentos calientes tipo sopas, cremas, estofados, cazuelas, etc., agregando jengibre rallado a la cocción y beberemos, bastante liquido con temperatura cálida como té, agregándole canela, y evitaremos los alimentos refrigerados o congelados. En relación al vestuario es bueno utilizar ropa que nos defienda de la temperatura exterior y tener siempre los pies calientes. 

Si con estas recomendaciones no hemos podido evitar padecer algunos de estos síndromes, la Acupuntura, la Fitoterapia y la medicina Tradicional China, disponen de terapias efectivas y adecuadas para restablecer el equilibrio perdido.

Sobre la tan comentada y poco realizada medicina preventiva actual, que ésta ya se realizaba en la antigua China, con la diferencia de que en esa época la función del buen médico era mantener sanos a sus “clientes” y que estos  no se convirtieran en “pacientes, y se le pagaba en relación a la efectividad de dicha prevención, un buen médico era el que tenía pocos enfermos que curar. Todo lo contrario a lo que ocurre actualmente, hoy en día es habitual ser un enfermo crónico de por vida o pasar por quirófano, y la categoría del médico se mide por tratar a muchos "enfermos”, lo cual dista mucho de lo que debería se el fundamento de la verdadera medicina.
                                     Vida natural.

lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Es Realmente Saludable la Leche Animal?


La leche y los derivados lácteos son uno de los alimentos más introducidos en nuestra dieta diaria. Siempre se nos ha presentado como un alimento excelente, con grandes propiedades nutricionales, y cuyo consumo era imprescindible en una dieta saludable. Esto ha contribuido a una excesiva presencia de este grupo de alimentos entre nuestros hábitos alimenticios. A pesar de sus cualidades nutricionales, un consumo excesivo de leche animal puede ser más perjudicial que beneficioso para la salud.

Se recomienda el consumo por ser una fuente de calcio, pero el exceso de este elemento puede llevar a la aparición de osteoporosis debido a la sobre estimulación en la actividad de las células, que provoca la muerte prematura de las mismas. Lo cierto es que se trata de un alimento deficiente en hierro, que puede incluso provocar la pérdida del mismo en el intestino de los bebes. De hecho el ser humano es el único mamífero que continua tomando leche una vez destetado, y que se alimenta de una leche distinta a la de su propia especie y por tanto no Diseñada específicamente para sus necesidades nutricionales.

Además la leche animal es pobre en fibra y está sobrecargada de colesterol, grasas y proteínas. Esto último es precisamente lo que hace que la leche sea un alimento desaconsejable en estados carenciales de calcio o como prevención de la osteoporosis(huesos frágiles) ya que el exceso de proteínas provoca una mala absorción de calcio. Curiosamente, EEUU es el mayor consumidor mundial de leche, y también el país con más incidencia de osteoporosis entre su población. Sin embargo, las culturas orientales, donde apenas existe el consumo de lácteos pero si hay una dieta rica en proteínas vegetales, tienen los menores porcentajes de osteoporosis del mundo.

Hay que tener presente que la leche de vaca es uno de los principales desencadenantes  de alergias e intolerancia  alimentarias (24,5% de las alergias infantiles). En el caso de la intolerancia, muchas personas desconocen que la sufren, se trata de una insuficiencia en la producción intestinal de lactosa, una enzima encargada de digerir la lactosa presente en la leche. Esta pasa al intestino, donde fermenta, provocando dolor abdominal, flatulencia, hinchazón, vómitos, calambres e incluso diarrea acuosa. Los pacientes notan una disminución drástica de estos problemas cuando sustituyen la leche por una bebida vegetal.

La leche animal es un alimento rico en colesterol y grasas saturadas, por ello el consumo de la misma estimula el hígado a elaborar más colesterol, elevando los niveles en la sangre y acumulando, al mismo tiempo, dicha grasa de forma subcutánea como “grasa corporal”, por lo que contribuye el aumento de peso. Otro riesgo asociado al consumo de leche es el depósito anormal de minerales como el calcio o el fósforo en los tejidos blandos, que puede derivar en calcificaciones.

Desde el punto de vista de la naturopatía, la leche es un “no alimento”, y es común que muchos tratamientos naturopáticos  comiencen con la retirada de esta de la dieta del paciente. Tradicionalmente, la naturopatía relaciona el consumo de leche animal con problemas respiratorios asociados a una producción excesiva de moco (catarros, constipados, asma, sinusitis, rinitis, procesos broncopulmonares…), así como con las anemias por déficit de hierro, la diabetes, algunos procesos cancerosos, y los trastornos intestinales como el colon irritable o la  colitis ulcerosa.

Con esto no queremos decir que la leche en si misma sea perjudicial para la salud, sino que no es recomendable el consumo excesivo de la misma habiendo otros alimentos que nos aportan los mismos beneficios sin ninguna de sus desventajas.  
                                                                      Articulo de la revista Vida Natural